Linda Mealey, del Departamento de Psicología en el Colegio de St. Benedict en St. Joseph, Minnesota, ha propuesto recientemente ciertas ideas en su artículo: La Sociobiología de la Sociopatía: Un Modelo Evolutivo Integrado. Estas ideas abordan la creciente psicopatía en la cultura norteamericana al sugerir que en una sociedad competitiva -capitalismo, por ejemplo- la psicopatía se adapta bien y es probable que se incremente.
Ella dice: "Hasta ahora he argumentado que hay algunos individuos que parecen tener un genotipo que los dispone a [la psicopatía]. [La psicopatía describe] diferencias individuales dependientes de frecuencia, genéticamente basadas, en estrategias de vida y empleo. [Los psicópatas] siempre aparecen en todas las culturas, no importa cuáles sean las condiciones socio-culturales. […] La competencia incrementa el uso de estrategias antisociales y maquiavélicas y pueden contrarrestar comportamiento pro-social…"
Algunas culturas motivan la competitividad más que otras y estas diferencias en valores sociales varían temporalmente y a través de las culturas. […] A lo largo de ambas dimensiones, altos niveles de competitividad son asociados con altos índices de crimen y maquiavelismo. Alta densidad de población, una forma indirecta de competencia, es también asociada con una reducción de comportamiento pro-social y un incremento de comportamiento anti-social. […] [Mealey, op. cit.]
La conclusión es que el modo de vida norteamericano ha optimizado la supervivencia de psicópatas con la consecuencia de que es una "estrategia de vida" que se adapta fácilmente y que es extremadamente exitosa en la sociedad norteamericana, y por lo tanto ha incrementado en la población en términos estrictamente genéticos. Aún más, como consecuencia de una sociedad que se adapta para la psicopatía, muchos individuos que NO son genéticamente psicópatas se han adaptado de forma similar, volviéndose psicópatas "efectivos", o "sociópatas secundarios".
(Muchos expertos diferencian entre sociópatas primarios y secundarios. El primero es un sociópata porque tiene los "genes" y el segundo es más o menos "creado" por su medio ambiente de víctima. Otros expertos se refieren a estas dos categorías como "psicópatas" para el tipo genético y "sociópatas" para el tipo reactivo. Nosotros preferimos esta última distinción.)
Por supuesto, porque no tienen incapacidad intelectual, estos individuos [psicópatas] progresarán normalmente en términos de desarrollo cognitivo y adquirirán una teoría de la mente. Sus teorías, sin embargo, serán formuladas puramente en términos instrumentales [¿qué puedo conseguir por decir esto o aquello?], sin acceder a la comprensión empática con la que la mayoría de nosotros contamos durante tanto tiempo.
Pueden tener una excelente habilidad para predecir el comportamiento de otros, sin la desventaja de emociones que "intervengan", actuando, como hacen los jugadores profesionales de apuestas, basados únicamente en leyes nomotéticas y datos actuariales en lugar de corazonadas o sentimientos.
Para determinar cómo "jugar" en los encuentros sociales de la vida diaria, utilizarán un acercamiento puramente de costo-beneficio, basado en resultados personales inmediatos, sin "tomar en cuenta" las reacciones emocionales de aquéllos con quienes están tratando.
Sin ningún amor real que los "comprometa" a cooperar, sin ninguna ansiedad para prevenir el miedo a la "deserción", sin culpa para inspirar arrepentimiento, son libres para jugar continuamente para el beneficio a corto plazo.
Al mismo tiempo, debido a que cambios en la frecuencia de genes en la población no serían capaces de llevar el paso con los rápidamente cambiantes parámetros de interacciones sociales, una proporción fluctuante adicional de sociopatía debería de resultar porque, en una sociedad de [psicopatía], las circunstancias del medio ambiente hacen una estrategia de vida antisocial más redituable que una pro-social. [Mealey]
En otras palabras, en un mundo de psicópatas, quienes no son psicópatas genéticos son inducidos a comportarse como psicópatas simplemente para sobrevivir. Cuando las reglas están diseñadas para hacer a una sociedad "adaptiva" a la psicopatía, todos se vuelven psicópatas.
No se engañen por la palabra "psicópata". Muchos individuos creen que el término describe a asesinos en masa o locos "con espuma en la boca". Sea cual sea el nombre, este peligroso desorden de la personalidad presenta tres realidades inquietantes: Su presencia parece estar incrementando, es mucho más común de lo que se creía con anterioridad, y no hay cura.
Lo que hace al psicópata tan aterrorizante y peligroso es que él o ella porta una "Máscara de Cordura" completamente convincente. Al principio esto puede hacer a dicha persona totalmente persuasiva y convincentemente saludable, de acuerdo al psiquiatra Harvey Cleckley. El Dr. Cleckley fue el primero en describir los síntomas clave de este desorden.
Los psicópatas pueden ser muy sociables, aunque son antisociales detrás de su "máscara" en el sentido de que sus "emociones" son una completa farsa. Son maestros de manipular a otros para su beneficio personal. Su encanto, de hecho, es legendario. "Como terapista, te atraviesas con ello todo el tiempo, cuando un hombre es misteriosamente controlado por un sociópata", explica el psicólogo Melvin Zinder, coautor de Hombres Listos Malas Decisiones.
Los psicópatas son expertos para utilizar a la gente. Pueden pedir lo que sea de quien sea sin sentir vergüenza y por su extrovertida y seductora cordialidad, y su manejo de "¡pobre e inocente de mí! ¡Soy tan BUENA persona y he sido tratado tan MAL!", la víctima invariablemente se ve envuelta en una situación en la que le da al psicópata lo que está pidiendo -sin importar cuán escandaloso sea.
Los psicópatas son maestros de falsificar emociones para manipular a otros. Un psicólogo reportó que si de hecho los sorprendes cometiendo un crimen, o diciendo una mentira, "inmediatamente van a justificar sus acciones con autocompasión y echando la culpa a otro, creando una escena que llegue al corazón con falsos sentimientos emocionales." Estas emociones falsas son sólo para producir un efecto, como el observador cuidadoso notará. El psicópata considera una victoria sobre otra persona salirse con la suya o salir de un problema usando emociones falsas.
Los psicópatas son incapaces de sentir angustia o remordimiento por las consecuencias de sus actos. Pueden tranquilamente racionalizar su insensible y extraño comportamiento mientras atribuyen malicia a todos excepto a ellos mismos. Cuando se les sorprende en una mentira, manipulan a otros o historias para su ventaja personal sin ningún miedo de ser descubiertos -incluso si es obvio para todos alrededor que SERÁN descubiertos.
Los psicópatas no pueden sentir miedo por ellos mismos, mucho menos empatía por otros. La mayoría de la gente normal, cuando van a hacer algo peligroso, ilegal o inmoral, sienten un incremento de preocupación, nerviosismo o miedo. La culpa los puede abrumar e impedir que lleven a cabo la acción.
El psicópata siente poco o nada.
Como resultado, la amenaza de castigo, incluso castigo doloroso, es un asunto para reír para el psicópata. Pueden repetir los mismos actos destructivos sin un solo sobresalto del corazón, así como buscar emociones y peligros sin consideración de los posibles riesgos. Esto se conoce como "hipoexcitación". O sea, muy poco -si es que hay algo- realmente los excita; son más como máquinas que como humanos.
El psicópata parece estar lleno de algo equivalente a una gran codicia. Manifiesta este estado interno de muchas formas. Una de las formas más comunes es robar algo de valor de sus víctima (algo de valor), o lastimar/calumniar a la víctima o algo o alguien que la víctima ama. En la mente del psicópata, eso está justificado porque la víctima lo contrarió, no le dio lo que quería, o lo rechazó.
Los psicópatas mienten por mentir. Pueden expresar el más profundo y conmovedor mensaje sin que una sola palabra signifique nada para ellos. También pueden contar las historias más extravagantes simplemente para estar al centro de la atención y obtener lo que quieren.
Un investigador de la psicopatía cuenta un ejemplo: Melissa era una chica muy atractiva y extrovertida. Contactó a un abogado para divorciarse y lo convenció de que su esposo le estaba arruinando la vida.
El abogado sintió lástima por ella mientras contaba los abusos que había sufrido. Era tan convincente, que el abogado quiso ayudarla personalmente. Con su carisma seductor, el abogado quedó irremediablemente enamorado y comenzó a salir con Melissa. En cierto punto, el abogado se rehusó a tomar acciones morales e ilegales que Melissa pedía en contra del esposo ya separado.
En ese momento, ella levantó cargos por acoso sexual contra el abogado para intentar forzarlo a hacer lo que ella quería. No se dio cuenta de que, al hacer esto, se había expuesto por lo que era y no había ya ninguna posibilidad de que el abogado se inclinara ante las presiones de su chantaje. Después de mucho dolor y rompimiento de corazones, Melissa renunció a los cargos y se mudó a otro estado. El abogado comentó que nunca había estado tan emocionalmente abrumado en toda su vida.
En efecto, usando su "actuación emocional", estos individuos pueden ser realmente abrumadores. Su carisma puede inspirar tanto -su emoción tan profunda y tan aparentemente sincera- que la gente simplemente quiere estar a su alrededor, quiere ayudarlos, quiere dar todo y ayudar a tan noble y atormentado ser. Lo que generalmente la víctima no ve es que están alimentando una interminable hambre interna de control, entusiasmo y reconocimiento del ego.
El psicópata está obsesionado con el control aún si dan la impresión de ser desamparados. Su aparente sensibilidad emocional es realmente parte de su función de control: Mientras más alto sea el nivel de credibilidad que el psicópata pueda inducir en sus víctimas a través de sus dramas, mayor será el "control" que el psicópata crea tener. Y de hecho, es cierto. TIENEN el control cuando otros creen en sus mentiras. Tristemente, el grado de creencia, el grado de "sumisión" a este control vía una falsa representación, generalmente produce tanto dolor cuando la verdad se vislumbra que la víctima preferiría continuar en la mentira que encarar el hecho de que han sido embaucados. El psicópata cuenta con ello. Es parte de sus "cálculos actuariales". Les da un sentimiento de poder.
Es demasiado fácil caer bajo el hechizo de un psicópata carismático. Hay muchos que cumplen las órdenes del psicópata sin darse cuenta de que han sido sutil y astutamente controlados. Incluso pueden ser manipulados para realizar actos criminales, o actos de sabotaje contra otra -inocente- persona en nombre del psicópata. Muy a menudo, cuando la víctima se da cuenta de esto, de que han ocasionado sufrimiento en gente inocente a petición de un mentiroso, una vez más prefieren negar esto que enfrentar la verdad de su propia perfidia y credulidad.
El comportamiento psicopático parece ir al alza debido a la misma naturaleza de la sociedad capitalista norteamericana. Los grandes estafadores, encantadores y promotores de sí mismos en el área de ventas son ejemplo perfecto de dónde puede el psicópata puede prosperar. La industria del entretenimiento, la industria del deporte, el mundo corporativo en el sistema capitalista, son todas áreas donde los psicópatas naturalmente suben a la cima. Algunos observadores creen que existe una conexión psicológica entre psicópatas (que tienden a ser fracasados profesionalmente) y emprendedores narcisistas (que son exitosos), porque ambos grupos comparten la altamente desarrollada habilidad de manipular a otros para su propio beneficio. Ahora se piensa que realmente son "lo mismo" pero que el psicópata "fracasado" simplemente tiene un defecto en sus habilidades de cálculo. Los narcisistas exitosos parecen ser perfectamente capaces de añadir a su base de datos actuarial y "recalcular" y cambiar de curso y desarrollar nuevas subrutinas con base a una continua entrada de información.
En general, el psicópata exitoso "calcula" cuánto pueden ganar en una proporción de costo-beneficio de las alternativas. Entre los factores que consideran más importante están dinero, poder, y gratificación de deseos negativos. No son motivados por el refuerzo social como elogio o por beneficios futuros. Se han hecho estudios que muestran que encerrar a un psicópata no tiene absolutamente ningún efecto en ellos en términos de modificar estrategias de vida. De hecho, se muestra que los hace peores. Efectivamente, cuando se les encierra, los psicópatas simplemente aprenden a ser mejores psicópatas.
Dado que el psicópata basa sus actividades en un diseño de cómo obtener lo que quiere en su particular "teoría de la mente", resulta didáctico echar un vistazo a este asunto. Tener una "teoría de la mente" permite al individuo atribuir estados mentales (pensamientos, percepciones y sentimientos) no sólo a uno mismo, sino a otros individuos. Es, en efecto, una herramienta que nos permite predecir el comportamiento de otros. Los individuos más exitosos son aquellos que predicen más certeramente lo que otra persona hará dadas ciertas circunstancias. Hoy en día, tenemos la Teoría del Juego que está siendo utilizada para modelar muchos problemas sociales incluyendo la psicopatía.
Cuando dos individuos interactúan uno con el otro, cada uno debe decidir qué hacer sin conocimiento de lo que está haciendo el otro. Imaginen que los dos jugadores son el gobierno y el público. En el siguiente modelo, cada jugador enfrenta sólo una elección binaria: comportarse éticamente ya sea haciendo leyes u obedeciéndolas.
Se asume que ambos jugadores están informados sobre todo excepto el nivel de comportamiento ético del otro. Saben lo que significa comportarse éticamente, y saben las consecuencias de ser expuesto como no ético.
Hay tres elementos en el juego. 1) Los jugadores, 2) las estrategias disponibles para cada uno de ellos, y 3) la recompensa que cada jugador recibe por cada posible combinación de estrategias.
En un régimen legal, una parte está obligada a compensar a la otra por daños bajo ciertas condiciones pero no bajo otras. Vamos a imaginar un régimen donde el gobierno nunca sea tomado como responsable por las pérdidas que sufra el público por su comportamiento no ético -en lugar de eso, el público tiene que pagar por los daños infringidos por el gobierno por comportamiento no ético.
La forma en que la recompensa es representada es generalmente en términos de dinero. Esto es, cuánta inversión cada jugador tiene que hacer en comportamiento ético y cuánta recompensa recibe cada jugador por su inversión.
En este modelo, comportarse éticamente, de acuerdo a los estándares sociales que son considerados la "norma", cuesta a cada jugador $10.00. Cuando una ley perjudicial para el público es aprobada, le cuesta al público $100.00. Damos por hecho que tales leyes serán aprobadas a menos que ambos jugadores se comporten éticamente.
Luego, asumimos que la probabilidad de que una ley perjudicial sea aprobada en el evento de que tanto el público como el gobierno se comporten éticamente es de una en diez.
En un régimen legal en donde el gobierno nunca es tomado como responsable por su comportamiento no ético, y si ni el gobierno ni el público se comportan éticamente, el gobierno goza de una recompensa de $0 y el público pierde $100 cuando una ley perjudicial al público es aprobada.
Si ambos "invierten" en comportamiento ético, el gobierno tiene una recompensa de menos $10 (el costo de comportarse éticamente) y el público menos $20, que es la suma de los $10 invertidos en comportarse éticamente MÁS los $10 de la probabilidad de uno en diez de la pérdida de $100 si una ley perjudicial es aprobada.
Si el gobierno se comporta éticamente y el público no, resultando en la aprobación de una ley perjudicial para par ala población, el gobierno pierde los $10 invertidos en comportarse éticamente y el público pierde los $100.
Si el gobierno no se comporta éticamente y el público sí, el gobierno tiene una recompensa de $0 y el público pierde $110 del "costo de ser ético" más la pérdida de la aprobación de leyes perjudiciales. Modelado en una bi-matriz de Teoría del Juego, se ve así, con los dos números representando la "recompensa" para la gente -el número de la izquierda de cada par- y el gobierno -el número de la derecha de cada par.
Gobierno
No ético Ético
No Ético -100, 0 -100, -10
Sociedad/Gente
Ético -110, 0 -20, -10
En breve, en este juego, al gobierno siempre le va mejor si no es ético y podemos predecir la elección de estrategia del gobierno porque hay una sola estrategia -no ética- que es mejor para el gobierno sin importar qué elección tome el público. Ésta es una "estrategia estrictamente dominante", o una estrategia que es la mejor elección para el jugador sin importar qué decisiones tome el otro jugador.
Lo que es todavía peor es el hecho de que el público es PENALIZADO por comportarse éticamente. Dado que sabemos que el gobierno, en el régimen de arriba, nunca se comportará éticamente porque es su estrategia dominante, nos encontramos con que el comportamiento ético de parte del público en efecto cuesta MÁS que el comportamiento no ético.
En breve, el comportamiento psicopático es de hecho una ADAPTACIÓN POSITIVA en tal régimen.
El público, como pueden ver, ni siquiera puede minimizar sus pérdidas comportándose éticamente. Le cuesta $110 ser ético, y sólo $100 no ser ético.
Ahora, simplemente substituyan "psicópata" en el lugar del gobierno y no-psicópata en el lugar del público, y comenzarán a entender por qué el psicópata siempre va a ser psicópata. Si la "recompensa" es dolor emocional de ser lastimado, o vergüenza por ser expuesto, en el mundo del psicópata, esa consecuencia simplemente no existe, igual que en el régimen legal de arriba el gobierno nunca es responsable por comportamiento no ético. El psicópata vive en un mundo en que es como un gobierno que nunca es tomado como responsable por el comportamiento que es perjudicial a otros. Es así de simple. Y la forma del juego arriba les dirá por qué los psicópatas en la población, igual que en el gobierno, son capaces de inducir al público a aceptar leyes perjudiciales. Simplemente no vale la pena ser ético. Si le sigues la corriente al psicópata, pierdes. Si resistes al psicópata, pierdes aun más.
El [psicópata] no está familiarizado con los hechos primarios o datos de lo que podrían ser llamados valores personales y es del todo incapaz de entender tales asuntos. Es imposible para él tomar siquiera un leve interés en la tragedia o alegría o la lucha de la humanidad como se presenta en literatura seria o arte. También es indiferente a todos estos asuntos en la vida misma. Belleza y fealdad, excepto en un sentido muy superficial, bondad, maldad, amor, horror, y humor no tienen significado real ni poder para conmoverlo. Más aun, carece de la habilidad para ver que otros se conmueven. Es como si fuera ciego al color, a pesar de su gran inteligencia, ante este aspecto de la existencia humana. No puede serle explicado porque no hay nada en su órbita de conciencia que pueda superar el hueco con una comparación. Puede repetir las palabras y decir convincentemente que entiende, y no hay modo alguno para que él se de cuenta de que no entiende. [Cleckley, H.M. (1941). La máscara de la cordura: Un intento de reinterpretar la llamada personalidad psicopática. St. Louis: The C.V. Mosby Company]
También quiere decir que tal persona es libre de escoger hacer cosas que son potencialmente autodestructivas sin dar una sola indicación a otro "jugador" de que su elección está basada enteramente en una falsa ilusión. Muy a menudo, ellos "ganan" debido al total atrevimiento de sus acciones que no está restringida por la conciencia que es una construcción de emociones.
Es como un jugador de poker que no tiene absolutamente nada en la mano, pero como está tan decidido a ganar, y está tan poco preocupado por la posibilidad de perder porque mentir no produce absolutamente ninguna reacción interna y emocional de miedo de ser descubierto o la potencial vergüenza o desastre inherente a tal evento, es capaz de blofear tan convincentemente que los otros jugadores -cualquiera de los cuales podría tener una mano ganadora, se doblan y se retiran porque están convencidos de que, por la confianza del psicópata, debe tener la mano ganadora todo el tiempo.
Sólo que no la tiene.
Y esto quiere decir que la fuerza del psicópata también es su talón de Aquiles. Una vez que ha sido observado, identificado, comprendido, pierde su capacidad de blofear. Una vez que el conocimiento entra al juego, el psicópata es expuesto, y pierde su habilidad de embaucar a los otros jugadores. La parte triste es: tampoco tiene la habilidad de aprender nada de esta experiencia aparte de cómo blofear mejor y más convincentemente la próxima vez. El psicópata nunca se enoja cuando es sorprendido en una mentira; solamente está preocupado con el "control de daños" en términos de su habilidad de continuar embaucando a otros.
Las sociedades pueden ser consideradas como "jugadores" en el modelo de juego del psicópata.
El comportamiento pasado de una sociedad será usado por el psicópata para predecir su comportamiento futuro. Como un jugador individual, una sociedad tendrá una cierta probabilidad de detectar el engaño y una memoria más o menos precisa de quién los ha engañado en el pasado, así como una proclividad desarrollada o no a tomar represalias contra un mentiroso o embaucador. Dado que el psicópata está utilizando un acercamiento actuarial para determinar los costos y beneficios de diferentes comportamientos (qué tanto se puede salir con la suya), es el comportamiento pasado de la sociedad el que entrará en sus cálculos más que la determinación del riesgo basado en cualquier "miedo o ansiedad" de ser atrapado y castigado que la gente sentiría ante la anticipación de hacer algo ilegal.
Por lo tanto, para reducir el comportamiento psicopático en la sociedad y en el gobierno, una sociedad DEBE establecer y hacer respetar una reputación de altos índices de detección del engaño e identificación de los mentirosos, y una disponibilidad a tomar represalias. En otras palabras, debe establecer una estrategia exitosa de disuasión.
Ya que el psicópata es particularmente incapaz de tomar decisiones basado en consecuencias futuras, y es capaz sólo de enfocar su atención en la gratificación inmediata -metas a corto plazo- es posible que se pueda hacer cargo de tales individuos estableciendo una historia de una expedita toma de represalias social. Esto es, identificar y castigar mentirosos y embaucadores debe de ser tanto inmediato y predecible que será inmediato.
Y aquí llegamos al asunto: en relación al mundo real, interacciones de sociedades humanas a grande escala, reducir la psicopatía en nuestros líderes depende de expandir la memoria colectiva de la sociedad del comportamiento pasado de jugadores individuales.
Una ojeada razonable a las noticias revelará que las mentiras y el engaño no son "cubiertas" tan minuciosamente como los apologistas norteamericanos quisieran creer.
Incluso los norteamericanos menos informados tienen una idea de que ciertamente hubo algo raro con la investigación del asesinato de John F. Kennedy. En años recientes, el hombre a cargo de la Comisión Warren, Gerald Ford, también un ex presidente, admitió haber "hecho trampa" en el reporte.
Después vino Watergate, seguido del asunto de Irán-Contra, para no mencionar el "Monica-gate". Y aquí sólo estamos mencionando algunos asuntos sobresalientes familiares a todos los norteamericanos.
¿Qué consecuencias sufrieron los embaucadores de la sociedad?
Ninguna de la cual podamos hablar. De hecho, en casi cada caso, fueron recompensados generosamente con aquellas cosas valiosas para el psicópata: dinero y bienes materiales. ¡Si alguien piensa que se sintieron avergonzados al ser expuestos públicamente, que piense otra vez!
Pero lo que es de interés CRUCIAL aquí es el hecho de que el pueblo norteamericano simplemente NO ha respondido a las revelaciones de mentiras en el gobierno sin ninguna indignación que pudiera servir como señal. En este momento, ni siquiera hay "indignación simbólica".
¿No les parece extraño?
Pero ya hemos notado la razón: el estilo de vida norteamericano ha optimizado la sobrevivencia del psicópata, y en un mundo de psicópatas, quienes no son psicópatas genéticos son inducidos a comportarse como psicópatas simplemente para sobrevivir. Cuando las normas están diseñadas para hacer a una sociedad "adaptiva" a la psicopatía, todos se vuelven psicópatas. Como consecuencia, una gran cantidad de norteamericanos son en efecto sociópatas. (Aquí usamos "sociópata" como una designación de los individuos que no son psicópatas genéticos.)
Y así, tenemos a George Bush y al Tercer Reich calculando qué tanto se pueden salir con la suya viendo a la historia de las reacciones de los norteamericanos al engaño.
No hay ninguna porque el sistema es adoptivo a la psicopatía. En otras palabras, los norteamericanos apoyan a Bush y su agenda porque la mayoría de ellos son COMO él.
Pero eso no es porque TODOS hayan nacido así. Es porque la psicopatía es casi un requerimiento para sobrevivir en los Estados Unidos Competitivos y Capitalistas.
Mientras que una sociedad se vuelve más grande y competitiva, los individuos se vuelven más anónimos y más maquiavélicos. La segregación y estratificación social llevan a sentimientos de inferioridad, pesimismo y depresión entre las carencias, y esto promueve el uso de "estrategias de engaño" en la vida, lo que luego hace el medio ambiente más adoptivo para la psicopatía en general.
El comportamiento psicopático entre psicópatas no-genéticos podría ser visto como un método funcional de obtener recursos atractivos, incrementando el estatus de un individuo en un grupo local, e incluso como un medio de proveer estímulo que la gente social y financieramente exitosa encuentre como retos física e intelectualmente aceptables. En otras palabras, el psicópata es un buscador de sensaciones aburrido y frustrado que "no tiene la capacidad intelectual para entretenerse y ocuparse" internamente. Tales individuos pueden comenzar sus vidas en los niveles socio-económicos bajos, pero a menudo suben a la cima.
En Estados Unidos de América muchos hogares son afectados por el hecho de que el trabajo, divorcio, o ambos, han excluido a uno o ambos padres de la interacción con sus hijos por la mayor parte del día. Esto es una consecuencia de la economía Capitalista.
Cuando los padres están ausentes, o incluso cuando uno está presente pero no posee suficiente conocimiento o información, los niños quedan a merced de otros niños, una cultura moldeada por los medios. Armados con controles de videojuegos y de televisores, los niños son guiados de South Park y Jerry Springer a Mortal Kombat en el Nintendo. Los niños normales se vuelven insensibles a la violencia. Niños más susceptibles -niños con una herencia genética de psicopatía- son empujados hacia un peligroso precipicio mental. Mientras tanto, el gobierno pasa leyes regularmente, a demanda de los padres y la comunidad de psicólogos, diseñadas a evitar imponer consecuencias al violento comportamiento de junior.
En lo que respecta a la violencia de los medios, pocos investigadores continúan disputando que las matanzas en la TV y en las películas tienen un efecto en los niños que lo atestiguan. Abordados por los gráficos, los niños aprenden a asociar chorros de "sangre" con la gratificación primaria de anotar un "punto".
Una vez más, la economía controla la realidad.
Mientras que todos se apresurarán a admitir que probablemente hay demasiada violencia en la televisión y que los comerciales son probablemente puros desatinos, muy poca gente tiene un concepto real de la precisa naturaleza y el grado de la influencia hipnótica de los medios. Todavía menos tienen una idea de los propósitos tras este aliciente. Wallace y Wallechinsky escriben en El Almanaque de la Gente:
"Después de la Segunda Guerra Mundial, la televisión floreció… Psicólogos y sociólogos fueron llamados para estudiar la naturaleza humana en relación con las ventas; en otras palabras, para averiguar cómo manipular a la gente sin que se sienta manipulada. El Dr. Ernest Dichter, Presidente del Instituto para la Investigación Motivacional declaró en 1941… 'la agencia publicitaria exitosa manipula las motivaciones y deseos humanos y desarrolla una necesidad de bienes con los que el público en algún momento no fue familiar -quizá incluso que no deseaba comprar.
Analizando la influencia de la televisión, Daniel Boorstin escribió:
'Aquí finalmente se encuentra un mercado de experiencia sustituta. Una programación exitosa ofrece entretenimiento - bajo el disfraz de instrucción; instrucción - bajo el disfraz de entretenimiento; persuasión política - con el atractivo de la publicidad; y publicidad - con el atractivo del drama.'
"La televisión programada no sólo sirve para esparcir aquiescencia y conformidad, sino que representa un acercamiento industrial deliberado." [citado por Wallace, Wallechinsky]
Aparte del hecho de que se ha conjeturado que la televisión es extremadamente perjudicial para los niños y de que ahora se piensa que la mayoría de los aspectos de deterioro de la sociedad pueden ser atribuidos a los valores decadentes mostrados por la televisión, hay un efecto más profundo e insidioso sobre la psique humana. Como dice la cita, es una manipulación planeada y deliberada para esparcir aquiescencia y conformidad y para hipnotizar a las masas a que se sometan a la autoridad de los amos de la economía a través de su falso profeta, la televisión.
Allen Funt, el conductor de un programa popular, Cámara Escondida, fue una vez cuestionado sobre qué era lo más perturbador que había aprendido sobre la gente durante los años de tratar con ellos a través de los medios. Su respuesta fue espeluznante por sus ramificaciones:
"Lo peor, y lo veo una y otra vez, es qué fácil puede la gente ser guiada por cualquier clase de figura de autoridad, o incluso la más mínima clase de autoridad. Un hombre bien vestido camina hacia arriba por la escalera eléctrica que baja y la mayoría de la gente se da la vuelta e intentará desesperadamente subir también… Pusimos una señal en una carretera, 'Delaware Cerrado Hoy'. Los automovilistas ni siquiera lo cuestionaban. En lugar de eso preguntaban: '¿Está Jersey abierto hoy?'" [citado por Wallace, Wallechinsky]
Un panorama se está formando de una sociedad deliberadamente ideada para la conformidad televisada, insuficiencia literaria y creativa, e inquietud social y decadencia. Tal parece ser que los medios son quienes están a cargo de propagar estas condiciones, ¿y qué controla los medios?
La economía capitalista y competitiva.
Parecería que los amos de la motivación, en los intereses de sus clientes industriales, planearían la programación para traer condiciones sociales benéficas - lo que de hecho podrían hacer. Tal parece que la autoridad última en la programación televisiva se encuentra en las manos de los publicistas, apoyados por las industrias cuyos productos han sido vendidos. Con toda la información psicológica a la que tienen acceso, parecería que utilizan la programación para corregir condiciones sociales que les cuestan dinero. Más de 25 mil millones de dólares se gastan al año para enseñar a trabajadores a leer y a escribir, después de graduarse de los efectos combinados de un sistema de escuela pública y la televisión. Se acepta que el floreciente índice de crimen, que también le cuesta a estos gigantes industriales vastas sumas de dinero, es principalmente atribuible a las frustraciones e insatisfacciones generadas por la visión falsa de la realidad presentada en televisión.
¿Por qué no usan sus recursos financieros para ayudar a los amos de la motivación a comprender cómo presentar programación que pueda generar cambios positivos?
¿Es posible que las condiciones de la sociedad, incluyendo la respuesta programada a una "mínima señal de autoridad" sean planeadas? ¿Alguien se tomaría la molestia de sugerir que las figuras y estudios relacionados con la influencia perjudicial de la programación no les están disponibles y que no se dan cuenta de que les está costando dinero? Si ese es el caso, entonces son demasiado estúpidos para ser los árbitros de nuestros valores y deberíamos descartarlos enteramente en cualquier caso. Si este no es el caso, entonces debemos asumir que esta manipulación tiene un objetivo.
Hay mucha evidencia para sustentar la idea de que este propósito, o el objeto de esta manipulación, es crear suficiente desunión psicológica y social - psicopatía social - para permitir la formación de un gobierno totalitario a petición de la gente. También se teoriza que la "elite de la riqueza" busca controlar el mundo entero desde atrás de la escena y es para este fin que planean y financian varias acciones que aparecen ante las masas como "accidentes" políticos e internacionales.
Franklin Delano Roosevelt dijo:
"En política nada ocurre por accidente; si ocurre, ¡pueden apostar que fue planeado!"
Y se encontraba en una posición de saber.
Hay mucha evidencia para sustentar la noción de que las guerras son fomentadas y peleadas para redistribuir estos balances de poder financiero atrás de las escenas y que, a pesar de que nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos, primos e hijos mueran en estas acciones, son meramente juegos de "Relaciones Internacionales" jugados por aquellos cuyo dinero y posición les da poder absoluto para moldear nuestra realidad para un fin infame.
El estrés psíquico de nuestro mundo se encuentra justo en el hogar. Allí puede fácilmente actuar en cualquier niño que piense que "el mundo me ha tratado mal" - un sentimiento expresado desde la realidad de la existencia - una realidad creada por presiones económicas instituidas vía Teoría del Juego.
¿Hay una solución?
La solución obvia sería un mundo en el que, como mínimo, el psicópata - en el gobierno y en la sociedad - sea forzado a responder por su comportamiento no ético. Pero los modelos de la Teoría del Juego demuestran que el egoísmo es siempre la estrategia posible más redituable para unidades que se reproducen.
¿Podría algún día ser una estrategia de evolución estable para la gente ser innatamente desinteresada?
En general, la capacidad de engañar, competir y mentir ha probado ser una adaptación estupendamente exitosa. Por lo tanto la idea de que la presión de selección pueda causar que la impecabilidad se extienda en la sociedad no parece posible en la práctica. No parece factible aventajar genes que promueven la competitividad. Los "chicos buenos y amables" son comidos o superados en reproducción. La gente feliz que se encuentra inconsciente es comida o superada en reproducción. La felicidad y la amabilidad son raras al punto del desvanecimiento, y la miseria y sufrimiento de quienes son capaces de verdaderamente sentir, quienes sienten empatía hacia otros seres humanos, quienes tienen conciencia, son demasiado comunes.
Sin embargo, una predisposición a la conciencia y la ética puede prevalecer si y cuando también sea capaz de implementar el más profundo nivel de altruismo: haciendo del objeto de su empatía el más alto ideal de mejorar el libre albedrío en un sentido abstracto, en nombre de otros, incluyendo nuestros descendientes.
En breve, nuestro "interés personal" debe de ser conferido con la meta de asegurar colectivamente que todos los demás sean felices y estén bien; y asegurar que los niños que traemos al mundo tengan la opción de ser constitutivamente felices y benevolentes unos hacia los otros.
Esto quiere decir que si la psicopatía amenaza el bienestar del grupo futuro, entonces sólo puede ser enfrentada rehusándonos a permitir que el ser sea dominado por ella en un sentido personal e individual. Preservando el libre albedrío para el ser en un sentido práctico a fin de cuentas también preserva el libre albedrío para otros. La protección de nuestros derechos, así como de los derechos de otros, sustenta la posición de libre albedrío y potencial para la felicidad de todos. Si los psicópatas mutantes representan un peligro potencial entonces la empatía verdadera, la ética verdadera, la conciencia verdadera, dictan utilizar terapia profiláctica en contra de los psicópatas.
Y así es que identificar al psicópata, cesar nuestra interacción con él, cortarlo de nuestra sociedad, volvernos no disponibles como "comida" u objetos a ser embaucados y utilizados, es la única y más efectiva estrategia que podemos jugar.
Parece ser una certeza, debido a la evidencia, que una transformación positiva de la naturaleza humana no va a llegar a través un gran despertar espiritual, reformas socio-económicas, o un deseo espontáneo entre la gente del mundo de ser buena una con la otra. Pero es muy posible que, a la larga, el programa psicopático del sufrimiento pierda ímpetu porque la miseria no es una estrategia estable. En un estado de miseria creciente, las víctimas intentarán escapar; y esta búsqueda los llevará finalmente a preguntarse sobre el verdadero estado de su miseria, y eso puede llevar a una sociedad de gente inteligente que tenga la capacidad colectiva de hacerlo.
Laura Knight-Jadczyk
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