- La Mentira Noble

Que las mujeres gasten, de lejos, más dinero en ellas mismas (un dinero que, presumiblemente, es ganado para ellas por los hombres) casi nunca es considerado. Si fuese realmente cierto que las mujeres estuvieron recibiendo 59 centavos (o cualquier otro número que usted elija creer) por cada dólar que el hombre ganara, por realizar el mismo trabajo y con el mismo nivel de habilidades, entonces posiblemente ningún negocio sería competitivo si emplearan a algún hombre.



La diferencia en la elección de carreras podría surgir de preferencias mutuas y de elecciones independientes hechas por los dos grupos, donde el tener diferencias fisiológicas innatas y significativas no podría ser una hipótesis permisible, aún cuando pudiera parecer obvio para cualquier sociedad, excepto para la nuestra. Ninguna explicación será satisfactoria para las feministas contemporáneas a menos que presente a los hombres como explotadores y a las mujeres como víctimas (una descripción que, en sí misma, desmiente el reclamo feminista de creer en una "igualdad estricta").

Para defender el empleo de la "hipótesis de la conspiración", las feministas deben sostener que, o bien no existen diferencias genuinas, innatas, en las destrezas, actitutes y habilidades, entre hombres y mujeres, o bien que tales diferencias pueden existir, pero no tienen un efecto observable, en absoluto. Tan pronto como se admiten dichas diferencias como un importante factor que está influenciando las elecciones de carreras y desempeño, el argumento de la supuesta "discriminación" omnipresente se desvanece.

Ahora, en casi todos los deportes de los cuales se tiene registros, los hombres superan, de forma significativa, a las mujeres. Esas diferencias no son un truco; es cotidiano que los atletas masculinos destacados de la secundaria compitan con las mujeres que tienen marcas mundiales en su deporte. La mayoría de las feministas admitirá, de forma reacia, al menos en los deportes, que la diferencia en el desempeño de hombres y mujeres es el resultado de factores innatos, no del condicionamiento social. Ningún adoctrinamiento político intensivo transformará a una atleta femenina en un defensa respetable en la Liga Nacional de Fútbol.

Por tanto, esto coloca a la feminista en la curiosa posición de sostener que los factores innatos sí cuentan para explicar las profundas diferencias en el desempeño de varones y mujeres dentro de los deportes, pero absolutamente para nada más. Esto viola cualquier idea de moderación. Michael Levin afirma que es absurdo declarar que no existe trabajo pagado, fuera del atletismo, donde el tipo de destreza, la vitalidad y la velocidad desplegada en el atletismo resulte en ventaja. [10].

Por supuesto, una vez que las feministas admiten la realidad de habilidades diferenciadas basadas en el sexo, deben reconocer que el desempeño promedio superior de los hombres en aquellos trabajos agotadores es debido a factores innatos, y no a la "discriminación" o a la "socialización". Realmente, es la ideología, no la lógica, la que impulsa la hipótesis de la absoluta intercambiabilidad varón/mujer (más exactamente: las feministas negarán el reclamo de intercambiabilidad, aún cuando defiendan vigorosamente todo lo que se deduzca de ella). El feminismo contemporáneo "Políticamente Correcto", con su énfasis en los "derechos de los grupos" y las ofensas de grupo, en esencia no es liberal. Esto supone una ruptura radical con una larga tradición humanista que enfatiza los derechos individuales, así como los premios y castigos.

El movimiento feminista ataca la libertad de expresión, siempre que la libertad es usada de formas que ellas no aprueban. Las feministas recientemente han unido sus fuerzas con la Derecha Religiosa para atacar la llamada "pornografía". Otra coalición de las feministas con la Derecha Religiosa ha emprendido una cruzada contra los llamados "Cultos Satánicos", la cual se está convirtiendo rápidamente en una "caza de brujas" ¡en el sentido literal!

Y el uso apasionado de las "memorias reprimidas" altamente dudosas para descubrir los supuestos "incestos olvidados" es de lejos una campaña liderada por las feministas, donde una de sus mayores impulsoras es Gloria Steinem. Esta ideología busca reemplazar la idea liberal de "igualdad ante la ley" con el siniestro "algunos somos más iguales que otros", premiando a las mujeres con derechos y protecciones especiales no disponibles para el hombre.

Uno de los ejemplos más claros de la exigencia feminista del "Más-Iguales-que-Otros" se refiere al status de los colegios de varones y de mujeres. El número reducido de colegios de varones aún existentes, de orientación militar mayormente, tal como el Virginia Military Institute y The Citadel, están bajo una presión legal y política férrea por parte de la política feminista para terminar con los colegios de varones y de mujeres, lo cual ellas sostienen es "discriminatorio". Y usted podría decir, ¿tal vez sí lo es?

No obstante, cuando hace unos años, el colegio de mujeres Mills College de Oakland, California, decidió empezar a admitir estudiantes varones, por razones propias y sin ninguna coerción, este mismo discurso feminista, imparable, fue esgrimido sobre ellos para preservar la educación de sexos por separado, forzando a los directores a modificar su decisión, manteniendo al Mills College como un centro exclusivo para las mujeres.

Sin embargo, cuando hablan a una audiencia ingenua, las feministas sostendrán que ellas "sólo quieren igualdad"! Pero, en verdad, cualquier feminista que clama por "queremos igualdad" haría mejor en especificar, gustosamente, qué privilegios desea dejar. La justificación dada para mantener el Mills College como exclusivamente de mujeres fue que los hombres tendían a dominar los ambientes de clase debido a sus niveles mayores de agresividad, creando entre las mujeres la necesidad de tener una 'liga propia' donde ellas puedan aprender y discutir a su propio ritmo, más pausado.

Y yo no dudo que, realmente, los hombres dominen las discusiones y actividades de las clases con más frecuencia que las mujeres. Sin embargo, las feministas que argumentan de esta manera se encuentran en la delicada posición de sostener que, mientras que el dominio masculino de los salones de clase es causado por la mayor agresividad de los varones, el dominio masculino del mundo de los negocios nada tiene que ver con la agresividad masculina, sino que todo esto es el resultado de una conspiración secreta, sucia, contra las mujeres.

En el país de las maravillas del feminismo contemporáneo, la educación basada en la segregación sexual es, o muy necesaria, o muy mala, dependiendo de cual es el sexo que está siendo excluído. La mayor agresividad masculina, observada en promedio, le permite y no le permite eclipsar a las mujeres dentro de la misma organización, dependiendo de la conclusión que se desee probar. A final de cuentas, todos los argumentos feministas son ad hoc: utilizan cualquier argumento que puedan encontrar para probar lo que desean probar en ese momento (victimización, discriminación, opresión, persecusión, lo que fuera).

No hay ninguna exigencia de que el argumento que el feminismo usa hoy, tenga que ser consistente con el que usó ayer, o el que usará mañana. Los hombres, simultáneamente, son y no son más agresivos, son y no son mejores en matemáticas, son y no son más persuasivos, etc., dependiendo de que es lo requerido por las exijencias del momento.

El feminismo no necesita preocuparse el que alguna mujer objete que el argumento de hoy es inconsistente con el de ayer: cualquiera que lo haga será etiquetada como "enemiga de las mujeres" y será sacada del movimiento. El feminismo "Políticamente Correcto", adecuadamente sensible, nunca critica a una hermana feminista, no importa lo que ella pudiera decir, sino que simplemente "escucha la diversidad de las voces de las mujeres".

Robert Sheaffer

Notas:

Platón, La República, Libro II (382c).

Revisar: Steinfels, P. (1990). "Idyllic Theory of Goddess creates storm" en: New York Times, 13 de febrero de 1990. Para una crítica detallada de los planteamientos de la "diosa" de Gimbutas y otros, ver el libro de Hutton, R. (1991). The Pagan Religions of the Ancient British Isles (Oxford: Blackwell), capítulo 2.

New York Times, 29 de marzo, 1994.

Leacock, E. (1981). Myths of Male Dominance (New York: Monthly Review Press); "Women in Egalitarian Societies", en Koonz and Bridenthal, eds. (1997). Becoming Visible (Boston: Houghton Mifflin Co.).

Le Jeune, P. (1959). Jesuit Relations (New York: Pageant Book Co.), Vol. 6, p. 235

Goldberg, S. (1991). Feminism Against Science, en: National Review, 18 de noviembre de1991.

Goldberg, S. (1991) When Wish Replaces Thought (Buffalo, New York: Prometheus Books), p. 173.

Hardin, G. (1982). Naked Emperors. Essays of a Taboo Stalker (Los Altos, CA: William Kaufmann, Inc.), capítulo 8. Levin, M. (1987). Feminism and Freedom (New Brunswick, NJ: Transaction Books), capítulo 3.

Ver por ejemplo, Gilder, G. (1982). Wealth and Poverty (New York: Bantham Books), capítulo 12.

Levin, M. (1987). Feminism and Freedom (New Brunswick, NJ: Transaction Books), capítulo 10.

Patricia Ireland, la cabeza de NOW, técnicamente está casada, pero ella admite que no vive con su esposo, sino con su amante mujer. Robin Morgan, hasta hace poco editor en jefe de la revista Ms., y aún en el staff editorial, ha sido abiertamente lesbiana durante muchos años. "Feminism full time" está dominado por las lesbianas, y lo que ha sido etiquetado como la agenda feminista es en realidad la agenda lesbiana (las carreras lo son todo, el matrimonio es una trampa, los esposos son el demonio, los bebes son una molestia, etc.) Si hoy día el feminismo representara los intereses de las muchas mujeres heterosexuales, estaría trabajando en hacer la vida más fácil y más armoniosa para las esposas y las madres, más que hacer todo lo posible para desaparecer la familia.

Ver por ejemplo, Barbara Walker en: The Skeptical Feminist; Phyllis Chesler en: Patriarchy: Notes of an Expert Witness; o Robin Morgan en: The Demon Lover.

Esas estadísticas proceden del libro de Farrell, W. (1993). The Myth of Male Power (New York: Simon & Schuster).

Ver "Dan Quayle was Right" en: Atlantic Monthly, abril de 1993.

Nietzche, F. The Genealogy of Morals, Libro 1. Ver también, Sheaffer, R. (1991). The Making of the Messiah (Prometheus Books), capítulo 2.

Simone de Beauvoir generalmente es considerada como la Madre Fundadora del feminismo contemporáneo. En su libro The Second Sex, ella explícitamente basa su teoría de la 'explotación de la mujer' en el "materialismo histórico" (es decir, el Marxismo), y en particular en las especulaciones históricas, actualmente desacreditadas, de Engels referidas a los supuestos "matriarcados antiguos". Hoy, la línea feminista y los socialistas, estan del mismo lado para cualquier tema político de trascendencia. NOW manifiesta que los intentos para cortar el bienestar son una "guerra contra las mujeres".

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Nicolás Maquiavelo:

Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver pero pocos comprenden lo que ven.

1948 - George Orwell


Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo.

Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes o hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales.

Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?