- La Personalidad Mimética

La personalidad as if… La Personalidad Mimética, un concepto, a menudo ignorado, en la psiquiatría. Este tipo de personalidad, para muchos ajena o inexplorada, describe los aspectos únicos de los efectos de dilaciones o interrupciones severas, en el desarrollo psicosexual de los muchos individuos que la sufren. De acuerdo a M. Katan “…esta personalidad se origina casi exclusivamente en mujeres muy jóvenes; teorizando que la as if personalidad se desarrolla de la manera siguiente: ‘mientras que la niña aun experiencia una dependencia oral muy fuerte, la figura materna se borra, y esto, combinado con la privación de un padre ausente, obliga al ego a moldearse, en todos los respectos, a la persona con quien el individuo tiene contactos íntimos en el momento. La niña, entonces ajusta sus comportamientos, emociones y estilo de vida al de la otra persona, renunciando a su propia identidad. Este fenómeno se repite sucesivamente con nuevos individuos, si no se resuelven los problemas subyacentes que le dieran origen. ’” (Véase: M. Katan Intl. J. of Psychoanalysis (39) 1958).



Por su naturaleza misma y por sus causas, la personalidad as if se manifiesta, a menudo como trastornos de la dependencia, de la codependencia, de la alimentación, o de las actividades del comer. Siendo pertinente aquí enfatizar que la alimentación como actividad, y el comer como acción no son sinónimos; que cuando se masca chicles, se mastica hielo y se bebe refrescos dietéticos, que, aunque lo que se hace parece ser comer en todos casos, que el resultado final no es el de alimentarse. A menudo, envolviéndose la persona que lo hace, en las actividades mencionadas para evitar el alimento real y sus temidas calorías.

En su modo de presentación, esta personalidad no es estable, como es el caso con las otras que se incluyen en la nomenclatura oficial. No lo es, porque sus manifestaciones son mímicas proteicas de las personalidades y de los comportamientos de aquellos “otros” a quienes la persona, en su maleable disposición, imita. Una fusión de egos resulta entre las participantes en esta adopción de la identidad ajena, con una difusión de lindes psicológicos entre ambos, y con un rendimiento final al control que ejerce la persona imitada desde su posición adquirida de dominador subyugante.

Inmaduras, como estas personas son en sus arrestos del desarrollo, cualquier ansiedad que las disturba la resuelven de forma peculiar e irreflexiva. O se rechazan los límites impuestos por las autoridades del entorno, o se adopta una madurez ficticia y efímera, que refleja una adopción incondicional de los planes y valores que de ellas, en el momento, se esperan. Ambas actitudes pronto se abandonan, ya que nuevas personas, con quienes pronto se identifican, entran continuamente en el escenario de sus vidas.

Lo que no puede ser olvidado para poder comprender estas mujeres y, hombres ocasionales, es lo siguiente: Que por tanto como viven la parte que actúan convenciéndose a si mismas de su autenticidad, que a menudo persuaden y confunden a sus seres queridos y aun al terapeuta de que son – realmente - lo que proyectan aunque así no lo sea. Comúnmente, las personas con estas características atraen la atención de los demás con sus vestimentas aparatosas, su abandono personal y comportamiento moral, sus maquillajes excesivos, con el uso del lenguaje profano, la auto mutilación, por caer víctimas de los trastornos del comer en todas su variedades y por sus tendencias a las depresiones y a la somatización hipocondríaca. Finalmente, se entiende que la personalidad mimética, como todos los trastornos narcisistas, se expresa de manera rebelde, mordaz y agresiva; abusando la paciencia y agotando el cariño de los seres más allegados.

Para su resolución final, este tipo de trastorno requiere terapia psicoanalítica intensiva, porque la personalidad as if, siendo esencialmente narcisista y oral en sus tendencias; como lo es en sus fijaciones, y en sus configuraciones. Requiere una reestructuración total de su personalidad y de su ego para su transformación final. Sin tratamiento, las víctimas de este desorden permanecen confusas, incapaces de relaciones maduras y víctimas de la indeterminación psicosexual características de los trastornos del narcisismo.

En el idioma español no existe un término que sea ni preciso ni feliz para designar lo que en esencia significa, de manera literal, la “personalidad como si fuera” o la “personalidad del otro alguno.” Habiendo yo designado acertadamente, la depresión en los niños, como el Proteo de la Psiquiatría, durante una conferencia en Barcelona, prefiero adoptar el término de la Personalidad Mimética, para significar lo mucho que la maleabilidad de estas pacientes recuerda el fenómeno del mimetismo característico de ciertos animales, el camaleón, su prototipo más conocido.

Introduzcamos aquí al camaleón que estas personas imitan en sus defensas psicológicas y estructura personal. El camaleón (Originalmente, de la familia Camaleón, miembros de la subfamilia Camaleónica). Forma parte de un género de lagartos distinguidos por su habilidad de cambiar color cuando se ven amenazados, en respuesta a la luz del entorno, a la temperatura ambiental, o a otros cambios en el medio en que viven. Los camaleones varían en su tamaño de modo muy amplio, abarcando dimensiones comprendidas entre algunos centímetros y veinticinco pulgadas de longitud. Por naturaleza el camaleón es vigilante; cada uno de sus ojos siendo adaptados para moverse independientemente del otro en cuantiosas direcciones, detectando el peligro; mientras que su habilidad de poder alternar colores, confunde, y, a veces, alarma a sus enemigos --- Como asimismo suelen hacer las personas que sufren de la Personalidad Mimética, logrando el mismo efecto, con mucha facilidad y frecuencia.

Pausemos un instante y examinemos otro término muy en boga y de reconocimiento fácil que puede ser confundido erróneamente, pero que a menudo se asocia, con el de la personalidad mimética. El álter ego. Este término abarca un concepto de carácter diferente, con dos significados posibles: 1. Un tipo de personalidad superpuesta, escondida, u otro lado de la personalidad de un individuo, diferente al que casi todos conocen, o tal vez 2. Un amigo, cercano, leal y de confianza. Un amigo que proporciona apoyo y soporte incondicionalmente. Un amigo que es sincero y desinteresado a al vez.

El narcisismo y la fijación en la etapa oral. En el psicoanálisis, la etapa o el período oral del desarrollo, indica la fase inicial de la vida, cuando el ser humano se relaciona a la persona nutriente y tierna que provee todas sus necesidades de bebé. Esta etapa es una de importancia fundamental para el avance harmonioso y balanceado del ego. (Véase el artículo acerca de la Oxitocina). Durante esta etapa oral, ambos, la madre y el niño, se fusionan como una sola persona que, por un tiempo necesariamente transitorio, se puede considerar como una codependencia. Durante esta fase es donde se origina la fijación del narcisismo primario, que consiste en la egolatría de demandar que a uno le satisfagan sus deseos y que les llenen sus necesidades sin dilación indebida. Aquí se recomienda: El Ego y el Id por S. Freud).

Debido a que las exigencias, en esta etapa del desarrollo, son tan extremas para la madre, la Naturaleza decidió no dejar nada tan crucial al azar dotando el sistema instintivo materno, durante el parto, con una dosis fuerte del agente oxitócico, conocido como la pitocina o la “hormona del amor” --- Quizás, por esa razón biológica sobreviven muchos bebés, sin ser abandonados por madres jóvenes. A medida que el bebé crece, comienza el progreso del narcisismo secundario, esencial para nuestra supervivencia. Narcisismo que todavía se nutre de la convalidación provista por la presencia de dos figuras, paterna y materna.

Cuando el niño o la niña, habiendo progresado felizmente en su desarrollo, llegan a la etapa de la situación del complejo de Edipo, a los seis años, lo hacen sin obstáculos y sin trabas, moviéndose fácilmente hacia el período de la pubertad y de la moratoria social impuesta por la adolescencia.
Ahora es cuando el ser humano está listo para ser adulto y para lograr su independencia total de los padres como preceptores biológicos. (Aquí debe de consultarse: E. Erikson Childhood and Society). Carrera, vocación y selección de pareja, para formar un hogar y tener hijos, son derivados de este proceso natural, parte del ciclo de la vida.

Pero, la persona que en sí alberga la personalidad mimética, no avanza, sino que permanece atascada en el pantano traumático de la arena movediza de sus necesidades ignoradas y desatendidas. No creyendo en la capacidad de sus padres para suministrarle el combustible emocional que su ego frágil necesita, un álter ego, a menudo de intenciones dudosas, substituye, aunque de modo inadecuado e insuficiente al mismo tiempo. En estos casos, por la naturaleza manipuladora y posesiva, que son características del álter ego, la relación resulta ser patológica y poco beneficiosa, fallando en su intención de compensar por la carencia de ambas figuras paternas, especialmente la de la mamá.

El papel de los padres es idéntico en el destino del ser humano. Sin entrenamiento y sin cariño, la voluntad se extingue, la iniciativa se atrofia y el ego no progresa. De ahí nacen los hijos indolentes y los seres indiferentes. Así sucede con las víctimas de todos los trastornos narcisistas, de los cuales la personalidad mimética constituye una variedad con perspectivas serias.

La persona con la personalidad mimética por su naturaleza peculiar, miente, aún a sí misma, cuando el mentir no es ni útil ni necesario. Actúa, porque el histrionismo es parte del repertorio de sus defensas sociales, y manipulea, porque la manipulación le sirve para obtener y lograr controlar a los demás --- esto lo necesita para mantener el equilibrio emocional propio.
Para tratar estos pacientes es necesario escucharlos, armados de una dosis de escepticismo saludable, oírlos con el tercer oído y despejar la cortina de sus comunicaciones para intuir y descifrar el mensaje latente cubierto por sus expresiones manifiestas, a menudo equívocas. (Aquí se recomienda el clásico/inmortal de T. Reik: Listening with the Third Ear: The Inner Experience of a Psychoanalyst). En ellas, como Kohut lo postula, el lenguaje de los sueños, se aplica como el Camino Real a la cura y la terapia psicoanalítica se mantiene como su única opción.

Dr. Félix E. F. Larocca

http://www.cabinas.ne

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Nicolás Maquiavelo:

Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver pero pocos comprenden lo que ven.

1948 - George Orwell


Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo.

Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes o hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales.

Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?