Jorge Corsi y el daño colateral

No dejamos de asombrarnos ante los hechos delictivos que se le imputan al licenciado Jorge Corsi, entre otros tantos de pedofilia, y eso nos sugiere una derivación: “El daño Colateral del Lic. Jorge Corsi”. También, y no con tanto asombro, observamos que los colegas de Corsi se preocupan por su integridad profesional y económica y se olvidan del daño causado a la sociedad en pleno, el daño sufrido por las personas judicialmente, por la labor profesional del imputado y de los colegas formados o deformados y adherentes a
su ideología.

Debemos tener cuidado con uno de los daños colaterales que van a emerger, acusados o condenados bajo los conceptos de Corsi y sus seguidores, entre los que seguramente habrá inocentes, pero también culpables que pueden buscar ampararse en la caída de los conceptos vertidos por este profesional, junto con su caída personal y moral, hay que revisar causas y deben intervenir profesionales no contaminados con la ideología de la perversidad que derivó en la postura de fanatismo de género y el ataque sin límites mediante agresiones verbales, calumnias y difamaciones, hacia todo aquel que no adhiriera a estas ideologías conceptuales, cuyo mentor hoy está detenido por los mismos delitos que decía y decían combatir y aborrecer.

Es correcto el estupor y demanda de Justicia por quienes han sido damnificados judicialmente, pero el delito cometido por otro no da lugar a la presunción de la inocencia de nadie, sí al derecho a la defensa en juicio justo.

Consideramos, porque así lo establece la ley, que "una persona es inocente hasta que se prueba lo contario", según la práctica conceptual emanada de estas intervenciones ideológicas, ese concepto que otorga seguridad jurídica, era reemplazado por la "culpabilidad por presunción", y de esa forma se expresan hoy los colegas, sus amigos, discípulos, lo consideran culpable y se corren a un costado, para evitar ser rozados por los presuntos delitos del Lic. Jorge Corsi, pero estos profesionales que a través de sus pericias e intervenciones profesionales ocasionaron condenas y escarnio social a inocentes, deben revisar sus conductas, momentáneamente correrse de sus labores profesionales y quienes son funcionarios en áreas afines a la labor de violencia y menores, entregar su renuncia, porque no se puede aceptar un "no sabía, no me di cuenta”, en profesionales y funcionarios de renombre, muchos de ellos a nivel internacional.

Si queremos creer que realmente no sabían sobre los presuntos delitos del Lic. Jorge Corsi, y que no intervenían en los mismos, y no hay pruebas en su contra, el derecho a ser considerados inocentes de todo cargo es válido, no así la culpabilidad de "falta de capacidad para detectar a un pedófilo, a un abusador sexual”, y para eso no hay condena penal, hay condena social, y pedirles la ética de un paso al costado profesional, momentáneo, para que revaliden sus conocimientos, de lo contrario estaría toda la sociedad embarrada con suciedad ajena.

“La verdad surge por la verdad misma, nunca por la imposición de ideologías, eso no es verdad, es violencia”.

Dante Alfredo Miceli y José María Bouza

Secretario y Presidente de la Asociación de Padres Alejados de sus Hijos (APADESHI)

www.apadeshi.org.ar

info@apadeshi.org.ar

(011) 4305-4295/4304-3662

http://www.nova-noticias.com.ar

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nicolás Maquiavelo:

Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver pero pocos comprenden lo que ven.

1948 - George Orwell


Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo.

Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes o hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales.

Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?