Cuando el dolor sirve para ganar dinero



La empresaria y adinerada Hebe Pastor de Bonafini, titular de las Madres de Plaza de Mayo, nacida en la ciudad de La Plata, en 1928, terminó su educación primaria y fue ama de casa con 3 hijos hasta el secuestro y desaparición forzada de su hijo mayor Jorge Bonafini Pastor, en 1977. Otro hijo desapareció poco después. Las Madres de Plaza de Mayo, a través del apoyo brindado por Néstor y Cristina Kirchner a Hebe de Bonafini, la transformó a esta en una persona útil a los diferentes y más variados intereses de los K para actuar y atacar a cuanto personaje Néstor le indique.


Hebe de Bonafini es una versión femenina de Luis D’Elía. Los importantes ingresos que percibe ella y la Fundación de la que es titular, la convirtieron en una empresaria de un conglomerado de emprendimientos: como el Periódico de las Madres, La Voz de las Madres, radio de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, los planes de construcción de viviendas sociales cooperativas, guarderías infantiles, la Universidad de las Madres, y otras creaciones que se van agregando.

Bonafini es presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo desde 1979, y conduce el programa de radio "pariendo sueños" en la radio de la Asociación, La Voz de las Madres AM 530 del dial. Participa aportando información sobre la historia de las madres, en el otro programa de la misma emisora llamado "transformaciones del pañuelo blanco". Hebe de Bonafini, según señalan las fuentes consultadas, es una mujer que ha amasado durante el gobierno de los Kirchner, matrimonio al que defiende sin pudor, una importante fortuna personal.

El apoyo de Hebe de Bonafini a dictadores

El pensamiento político de Hebe de Bonafini ha apoyado a revolucionarios y dictadores como Ernesto Guevara, Fidel Castro, la memoria de Sandino, Arafat, Hugo Chávez, Evo Morales, las madres de presos de la ETA, aborígenes americanos, los débiles y marginados, y en contra de los Estados del llamado Primer Mundo, la socialdemocracia, el Estado de Israel, el neo-liberalismo, el FMI.

Bonafini ha expresado repetidamente su apoyo a grupos armados, como las FARC en Colombia. Sobre la supuesta incoherencia de Bonafini de ser dirigente de derechos humanos y dirigente política, ella la justifica así:

> “Siempre hicimos política. Pero lo que me parece es que los derechos humanos ahora también son que la gente trabaje, coma, todo lo que representa la vida”.

El espíritu anti-norteamericano de Bonafini la llevó a expresar sobre los ataques del 11 de Septiembre de 2001:

> “Cuando pasó lo del atentado y yo estaba en Cuba visitando a mi hija, sentí alegría. No voy a ser hipócrita, no me dolió para nada. No me dolió para nada, porque siempre digo en mis discursos, decimos las madres, que nuestros hijos serán vengados el día que el pueblo, algún pueblo sea feliz”.

> “Yo sentí que había muchos pueblos en ese momento que eran felices y sentí que la sangre de tantos en ese momento era vengada”.


Hebe de Bonafini y el campo: Sus palabras destilan odio

El 1º de abril de 2008 en la Plaza de Mayo, durante el prolongado paro patronal agropecuario, la presidente Cristina, dio un discurso, como tantos otros, atacando al campo. Al terminar el discurso Hebe de Bonafini, le regaló su propio pañuelo blanco, símbolo de la lucha por los derechos humanos, a la presidente, en claro gesto político de apoyo.

Bonafini hasta llegó a pedir cárcel para los ruralistas y realizó varios pedidos a favor de reprimir los cortes de ruta de los chacareros. Bonafini calificó de "ladrones", "golpistas" y los acusó de "responsables de la muerte de nuestros hijos" a los grandes productores rurales que encabezaron las protestas contra el gobierno. La adinerada dirigente kirchnerista, también, llegó a decir:

> "Cristina Kirchner tiene mucha democracia y mucha tolerancia, porque otro gobierno los hubiera desalojado a palos y a gases como merecían".

> "Los ruralistas son golpistas. Lo que hicieron es golpismo, golpismo puro, con muchas ganas; no se pintaron la cara, pero ganas no les faltan".

> "No sé de campo, pero sé de hambre. No sé de campo, pero sé de atorrantes como los radicales que hicieron Obediencia Debida y Punto Final y ya están como locos porque los estamos condenando. No sé de campo, pero sé de estos tipos que son de lo más maleducados y atrevidos, que se burlan de todos".

> "Los del campo son nuestros enemigos. Ellos fueron los responsables de la muerte de nuestros hijos, de la desaparición, de las torturas, de todo. Ellos siempre estuvieron adelante de los golpes".

Versión sobre el paradero de los hijos de Bonafini

En 2004 el periodista español Alfonso Ussía, en el diario ABC, en un artículo titulado "Un monumento", consignó que "ninguno de sus hijos (de Hebe de Bonafini) desapareció durante la dictadura militar" y que "viven en París".

Ussía sostiene que dicha información fue hecha pública mediante una declaración del padre de los jóvenes, aunque sin precisar fecha ni medio en el que dicha declaración se habría realizado.

El periodista español dijo:

> “Hebe de Bonafini es una mujer detestable. Vive del cuento y del dolor ajeno. Es la más conocida de las «Madres de la Plaza de Mayo». La diferencia entre la Bonafini y el resto de sus compañeras es que a la gorda no le desapareció hijo alguno durante la dictadura militar en Argentina. Los hijos de la foca porteña y batasunera viven en París con su padre, y su desaparición de Argentina nada tuvo que ver con la tortura o la muerte. Se fueron porque no podían soportar a su madre, sencillamente”.

> “La gorda se anudó en la cabeza el pañuelo blanco reivindicativo y ha recorrido el mundo de gorra y en asientos de primera clase recibiendo toda suerte de homenajes y cortesías. En España se reconoció simpatizante de la ETA y de su entorno. Ha escupido palabras insufribles:"Las «madres» nos hemos solidarizado con la lucha valiente del pueblo vasco contra un Estado criminal y asesino, el español".

> “No todas «las madres», como ella dice, porque un amplio sector de auténticas madres de hijos desaparecidos se escindieron del grupo radical de la gorda por graves y profundos desacuerdos con el proceder y el buen vivir de la impostora y nauseabunda porcina”.

> “Pero en todas partes hay tontos, o desmemoriados, o demagogos, o resentidos dispuestos a colaborar con gentuza como Hebe de Bonafini. Se sabía que en Batasuna es tratada como una militante distinguida, y que probablemente algún pico del dinero recaudado con los secuestros y chantajes de la ETA ha terminado en los bolsillos de la vociferante puerca. Pero nadie imaginaba que un gobierno autonómico, como el del Principado de Asturias, se prestaría a subvencionar a una inductora del odio y la violencia”.

> “El gobierno socialista presidido por Vicente Álvarez Areces ha regalado a Hebe de Bonafini, la defensora de la ETA, ciento ochenta mil euros, supuestamente destinados a una inexistente «universidad de las madres», que es el último señuelo inventado por la gorda para estafar a los ingenuos y los tontos”.

> “El señor Álvarez Areces premia a una ardiente partidaria del terrorismo en España con dineros provenientes de los impuestos de los españoles. El señor Álvarez Areces es pues, un pésimo administrador del dinero público y un defraudador de la ética. Si le sobran a las arcas del gobierno de Asturias ciento ochenta mil euros, que les sean entregados a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, y no a quien apoya a los asesinos desde su perversidad invencible”.


Lo que le faltaba: Hebe de Bonafini criticó a Alfonsín

Coincidiendo con la amplia movilización popular que despertó la muerte del Dr. Ricardo Alfonsín, la dueña de un odio enorme pero, menor que su inmensa fortuna personal, dijo:

> "Hasta ahora, las Madres no nos pronunciamos por la muerte de Alfonsín. No quise hablar con nadie y escuché, como habrán escuchado todos y habrán visto estos días, todo lo que pasaba. Vimos grandes hipócritas que lo tuvieron cuestionando todo el tiempo y lo golpearon todo el tiempo, llorando y hablando de él como que fuera San Martín".

> "Yo les quiero decir que para Alfonsín las Madres éramos una mala imagen. Y como éramos una mala imagen en esta Plaza nos mandó a desalojar con un grupo de radicales jóvenes con las boinas blancas y nosotras los echamos a ellos, y hoy seguimos estando en esta Plaza, pero Alfonsín nos echó de esta Plaza. La gente tiene que saberlo".

> "Mi mensaje está destinado para la gente que no sabe qué pasó y que fue a llorar, para la gente que no sabe qué pasó e hizo 16 cuadras de cola".

> "Es verdad que había mucha gente, pero no había ni pobres ni trabajadores. Era una movilización de clases altas y medias que siempre salen para estas cosas. El más grande repudio para todos los hipócritas que lo fueron aplaudir".

> "El Doctor Alfonsín dijo que las Madres éramos 'antiargentinas', que nuestro discurso por los desaparecidos, que para él eran 'terroristas' porque él fue el que operó todo el tiempo con la Teoría de los dos demonios, unos iguales a los otros, hablando de 'guerra sucia'. Acá no hubo una guerra ni hubo terrorismo. El terrorismo fue el del Estado, el Terrorismo de Estado que él defendió".

> "Alfonsín, es verdad, hizo el Juicio a las Juntas, muy selecto, en tribunales civiles bajo el código de Justicia Militar y pidió que las Madres no entráramos con pañuelos porque el pañuelo era un 'signo político'".

> "Es verdad, condenó, y al poco tiempo las dos leyes de perdón y perdonó a todos los asesinos que caminaron por este país todo el tiempo que quisieron".

Bonafini: Una mujer irracional

Las declaraciones de Hebe de Bonafini sobre el ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín la ubicaron, nuevamente, al margen de todo límite racional.

La empresaria de los derechos humanos ha dicho palabras que se dan de patadas con el clima de paz y convivencia que necesita una sociedad, como la argentina, con heridas nuevamente abiertas por un gobierno que puso sus ojos en la nuca por incapacidad para divisar futuro.

Bonafini, en tantas declaraciones fuera de toda lógica, ha expresado un sentimiento que no refleja el que debería tener una madre que dice ha perdido a dos hijos:

> "Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios, con un gran orgullo”.

Esta es la señora que dice ser defensora de los derechos humanos. Sus palabras la definen como una madre que muy distante de haber sido ama de casa, dice estar contenta de que sus hijos puedan haber empuñado armas y bombas para matar a cientos de inocentes y alterar un orden establecido.

Fiel a su estilo, Hebe de Bonafini expresó que se sentía revolucionaria sin haber usado nunca las armas, aunque creía en la revolución armada. Una extraña definición en boca de quien se autoproclamó más de una vez adalid de las luchas en favor de la vida.

Durante un discurso pronunciado en el aniversario de la muerte de los militantes piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, Hebe de Bonafini incitó a iniciar la lucha armada. Y dijo:

> "Ya lo dijo Fidel Castro: una revolución sin armas no es revolución".

Al parecer, a Hebe de Bonafini los únicos muertos que le importan son los que convienen a sus intereses políticos.

Hebe Bonafini es una vaca en el medio de vía para un país que necesita de la reconciliación de los argentinos para que la misma ilumine la esperanza de las próximas generaciones.

No resulta extraño que Hebe de Bonafini se identifique tanto con Néstor y Cristina Kirchner. El rencor, el odio, el resentimiento y la obsesión por el poder y el dinero los unen.

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Nicolás Maquiavelo:

Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver pero pocos comprenden lo que ven.

1948 - George Orwell


Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo.

Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes o hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales.

Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?