Secretaría de Inteligencia (SI), antes denominada Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), es el mayor servicio de inteligencia de la República Argentina. También dirige el Sistema de Inteligencia Nacional. Es a su vez dirigida por el Secretario de Inteligencia, quien es un miembro especial del Gabinete de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional, al cual la organización está subordinada. Se maneja por leyes y decretos de carácter constitucional secreto.
La SIDE tiene a su cargo el trabajo de producir un ciclo de inteligencia completo para el gobierno, y es considerada un cuerpo técnico con la capacidad de recolectar y producir inteligencia tanto en el ámbito interno como en el exterior. Tiene también como trabajo contribuir a la formación de una estrategia de inteligencia nacional que permita llevar los asuntos del Estado. A tal efecto, la Secretaría tiene delegaciones en la Ciudad de Buenos Aires, en el interior del país y en el exterior.
La SIDE tiene a su cargo el trabajo de producir un ciclo de inteligencia completo para el gobierno, y es considerada un cuerpo técnico con la capacidad de recolectar y producir inteligencia tanto en el ámbito interno como en el exterior. Tiene también como trabajo contribuir a la formación de una estrategia de inteligencia nacional que permita llevar los asuntos del Estado. A tal efecto, la Secretaría tiene delegaciones en la Ciudad de Buenos Aires, en el interior del país y en el exterior.
Es preciso notar que en 2005, se llama oficialmente "Secretaría de Inteligencia" cuando se creó el Sistema de Inteligencia Nacional; y, hasta 2001 se llamó Secretaría de Inteligencia de Estado, SIDE. De todos modos, en Argentina, por costumbre ó desconocimiento se la denonima por su acrónimo SIDE en la prensa y el habla cotidiana.
La Secretaría de Inteligencia fue creada durante la primera presidencia de Juan Perón en 1946 por el Decreto Ejecutivo 337/46 bajo la denominación Coordinación de Informaciones de Estado (CIDE). Su misión era de rol de una agencia de inteligencia nacional, manejada por civiles que pudiera proveer inteligencia al gobierno nacional en los campos internos y externos. Hasta ese entonces, los presidentes contaban con los servicios de inteligencia militar en las tres Fuerzas armadas de Argentina (Ejército, SIE; Armada, SIN; Fuerza Aérea, SIA) y de las Fuerzas de Seguridad (Policías Federal y provinciales), decidiéndose implementar una agencia de inteligencia civil, a fin de disipar posibles manejos internos autónomos por parte de los organismos aludidos.
La Secretaría de Inteligencia tiene un número incierto de empleados, ya que oficialmente declara sólo dos (el Secretario y Subsecretario de inteligencia), y el resto debe trabajar en secreto amparados por las varias leyes de inteligencia. Aproximadamente de 2.000 a 3.000 empleados y agentes de inteligencia trabajan en la Secretaría, en el país y en el exterior.
Delegados en el exterior son incorporados en el marco del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, pero reciben salarios mensuales de la Secretaría. Su trabajo consiste principalmente en producir reportes y análisis sobre los eventos y problemas contemporáneos del país al que estén asignados, además de estrechar los vínculos con sus servicios de inteligencia.
Reclutamiento histórico
Los agentes de inteligencia eran reclutados a la SIDE, usando el conocido método de las agencias de inteligencia de todo el mundo durante la guerra fría. Procedimiento simple: reclutar estudiantes de universidades nacionales, basándose en un análisis de su carácter, comportamiento e inteligencia.
El método fue usado por primera vez durante el gobierno de Juan Carlos Onganía, bajo el mandato del entonces Secretario de Inteligencia Gral Señorans, quien él mismo dijo "una persona que entra a los 20 años de edad habiendo estudiado en una universidad, tendría que ser un excelente profesional a los 30 años de edad". Los expertos en reclutamiento enfatizaban su atención a cuatros puntos esenciales sobre la personalidad de un candidato:
* Lenguaje y expresividad
* Discreción en la vestimenta
* Pulcritud en su forma de vida
* Posesión de vivencias individuales capaces de forjar la personalidad del candidato
Cuando el estudiante aceptaba la invitación a unirse a la SIDE, era enviado a la Escuela Nacional de Inteligencia. Vale notar que no todos los espías son reclutados de las universidades, es común que agentes experimentados recomienden personas aptas para el mundo de la inteligencia que hayan conocido.
Los espías reclutados eran clasificados como "confidentes", recibían una salario mensual mientras sus habilidades para el espionaje se probaban. Una vez que un confidente mostrara que era de confianza, eran ascendidos a "colaboradores contratados". En esos casos, los agentes eran víctimas de varios controles, como por ejemplo una vigilancia "ambiental" sobre su vida personal hecha por la Dirección de Contrainteligencia.
Si el recluta era aprobado por sus superoriores, firmaban un contrato de trabajo temporario que era renovable periódicamente. En la carrera del "confidente", la tercera etapa era denominada "personal temporario" (PT), cuando llegaban a esa etapa, eran permitidos tomar cursos técnicos y específicos en la Escuela Nacional de Inteligencia. Finalmente, después de dos años de estar asignados como personal temporario, los nuevos agentes eran clasificados como "personal civil de inteligencia" (PCI). Vale aclarar que no hay un periodo específico de tiempo entre los escalones de "confidente" y "personal civil de inteligencia", hubo casos de gente que tomó 15 años antes de que fueran integrados completamente.
Actualmente, la Secretaría de Inteligencia, por varias razones, es una "familia muy cerrada", a la cual casi ninguno entra sin alguna recomendación de alguien adentro del organismo. En principio, los agentes de inteligencia utilizan identidades falsas para llevar su trabajo, pero estos deben utilizar las identidades verdaderas (para sus intimos) o tal como lo bautizaron sus padres o quien los haya bautizados para no despertar ninguna sospecha que son agentes de la SIDE. Estos solo pueden decir que son empleados de algun organismo del Estado, que son secretarios judiciales, empleados administrativos, pero nunca tienen que decir que son funcionarios de la SIDE.
Wikipedia
La Secretaría de Inteligencia fue creada durante la primera presidencia de Juan Perón en 1946 por el Decreto Ejecutivo 337/46 bajo la denominación Coordinación de Informaciones de Estado (CIDE). Su misión era de rol de una agencia de inteligencia nacional, manejada por civiles que pudiera proveer inteligencia al gobierno nacional en los campos internos y externos. Hasta ese entonces, los presidentes contaban con los servicios de inteligencia militar en las tres Fuerzas armadas de Argentina (Ejército, SIE; Armada, SIN; Fuerza Aérea, SIA) y de las Fuerzas de Seguridad (Policías Federal y provinciales), decidiéndose implementar una agencia de inteligencia civil, a fin de disipar posibles manejos internos autónomos por parte de los organismos aludidos.
La Secretaría de Inteligencia tiene un número incierto de empleados, ya que oficialmente declara sólo dos (el Secretario y Subsecretario de inteligencia), y el resto debe trabajar en secreto amparados por las varias leyes de inteligencia. Aproximadamente de 2.000 a 3.000 empleados y agentes de inteligencia trabajan en la Secretaría, en el país y en el exterior.
Delegados en el exterior son incorporados en el marco del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, pero reciben salarios mensuales de la Secretaría. Su trabajo consiste principalmente en producir reportes y análisis sobre los eventos y problemas contemporáneos del país al que estén asignados, además de estrechar los vínculos con sus servicios de inteligencia.
Reclutamiento histórico
Los agentes de inteligencia eran reclutados a la SIDE, usando el conocido método de las agencias de inteligencia de todo el mundo durante la guerra fría. Procedimiento simple: reclutar estudiantes de universidades nacionales, basándose en un análisis de su carácter, comportamiento e inteligencia.
El método fue usado por primera vez durante el gobierno de Juan Carlos Onganía, bajo el mandato del entonces Secretario de Inteligencia Gral Señorans, quien él mismo dijo "una persona que entra a los 20 años de edad habiendo estudiado en una universidad, tendría que ser un excelente profesional a los 30 años de edad". Los expertos en reclutamiento enfatizaban su atención a cuatros puntos esenciales sobre la personalidad de un candidato:
* Lenguaje y expresividad
* Discreción en la vestimenta
* Pulcritud en su forma de vida
* Posesión de vivencias individuales capaces de forjar la personalidad del candidato
Cuando el estudiante aceptaba la invitación a unirse a la SIDE, era enviado a la Escuela Nacional de Inteligencia. Vale notar que no todos los espías son reclutados de las universidades, es común que agentes experimentados recomienden personas aptas para el mundo de la inteligencia que hayan conocido.
Los espías reclutados eran clasificados como "confidentes", recibían una salario mensual mientras sus habilidades para el espionaje se probaban. Una vez que un confidente mostrara que era de confianza, eran ascendidos a "colaboradores contratados". En esos casos, los agentes eran víctimas de varios controles, como por ejemplo una vigilancia "ambiental" sobre su vida personal hecha por la Dirección de Contrainteligencia.
Si el recluta era aprobado por sus superoriores, firmaban un contrato de trabajo temporario que era renovable periódicamente. En la carrera del "confidente", la tercera etapa era denominada "personal temporario" (PT), cuando llegaban a esa etapa, eran permitidos tomar cursos técnicos y específicos en la Escuela Nacional de Inteligencia. Finalmente, después de dos años de estar asignados como personal temporario, los nuevos agentes eran clasificados como "personal civil de inteligencia" (PCI). Vale aclarar que no hay un periodo específico de tiempo entre los escalones de "confidente" y "personal civil de inteligencia", hubo casos de gente que tomó 15 años antes de que fueran integrados completamente.
Actualmente, la Secretaría de Inteligencia, por varias razones, es una "familia muy cerrada", a la cual casi ninguno entra sin alguna recomendación de alguien adentro del organismo. En principio, los agentes de inteligencia utilizan identidades falsas para llevar su trabajo, pero estos deben utilizar las identidades verdaderas (para sus intimos) o tal como lo bautizaron sus padres o quien los haya bautizados para no despertar ninguna sospecha que son agentes de la SIDE. Estos solo pueden decir que son empleados de algun organismo del Estado, que son secretarios judiciales, empleados administrativos, pero nunca tienen que decir que son funcionarios de la SIDE.
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